
Tuve un Touch and Go… lo conocí en un bar. En un típico juego
de escenario, nos “obligaron” nuestros amigos de juerga a besarnos, en virtud
de ganarnos unas copas ambas mesas. Terminamos bailando… besándonos ahora
enserio y la propuesta indecente no tardó en llegar… lo pensé muy poco la
verdad, era guapísimo y de pronto estábamos en mi departamento… desnudos y
¡PAF! me vino la conciencia: ¿qué estoy haciendo? ¿Quiero esto? ¿Y si me pasa
algo? ¡¿Quién es este tipo?! Apenas sé su nombre!... lo siento amigo, ahí están
tus pantalones… no puedo hacerlo :/ … seguro me odió (más me odié yo… cuando al
vestirse miré en detalle lo que me perdí jajajajaj) pero me di cuenta de algo…
yo no soy así, no juzgo a quien puede hacerlo… de hecho ¡la envidio! Pero yo
no! No puedo llegar y entregar mi desperfecto cuerpo a quien tengo 0
confianza!... por lo tanto, concluí no volver a probar otra vez algo así (nunca digas nunca!... capaz
algúuuuun día! Jajajaja quedé picá! jaja)

Los siguientes amigos con beneficios me los tomé con cautela,
por lo anterior. Entonces empecé a darme cuenta con el tiempo, que aquellos
hombres que se acercaron, lo hicieron con el fin de buscar ayuda. Siempre he
tenido el don de ser una “psicóloga” por naturaleza. Siempre tengo la palabra
precisa, la sonrisa perfecta (como diría Silvio Rodríguez jajaja) y entre
contarme sus dramas y encontrarles una solución a sus vidas con sus “ex”,
terminábamos en la cama pasando un buen momento, después de la sesión psicológica. Esos hombres, me amaron teniendo en mente a otras chicas, sus
miradas eran nubladas, perdidas; ninguno me “veía”… esas miradas no eran para
mi rostro ni mi cuerpo… eran para “Adela” “Martina” o “Victoria”… pero juro que
¡no me importaba! Yo tenía mi buen momento (porque con cada uno de esos 3
hombres lo pasé demasiado bien) y eso era todo, al día siguiente seguía
fríamente con mi vida radiante. El problema era que soy tan buena sicóloga, que
cuando lograba que volvieran con sus ex; en ocasiones seguí “cobrando” mis
itinerarios “carnales” y esa línea delgada, entre la amiga y la amante… se
empezó a notar… y me empecé a cuestionar… esto tampoco era lo que quería para
mi vida, es karma… y se devuelve.
La lección está aprendida; por lo menos lo teórico porque
ponerla en práctica es lo difícil :/ y seamos justas chicas! Nuestro corazón,
aún cuando no lo usemos, nos engaña y queremos seguir recibiendo cariño de la
calidad que sea, olvidando que realmente merecemos más que cariño barato… que
es más duro y triste ser opción que preferencia de alguien, y cuesta dejar esas
migajas de cariño por algo de calidad que cuesta encontrar, pero sabemos que
está ¡en algún lugar! y como es tan escaso… a quienes buscamos esa perfección…
nos llaman soñadoras, por confundir que estamos hablamos de amor, cuando en
verdad hablamos de respeto, que no necesariamente conlleva amor de príncipe
azul o del color que sea… wherever!
Por NN (Colaboradora Sexus)
No hay comentarios:
Publicar un comentario